Café de especialidad peruano: qué lo hace único y cómo está transformando la forma en que lo tomamos
En los últimos años, el café de especialidad ha dejado de ser de conocimiento exclusivo entre baristas y catadores para convertirse en una tendencia creciente en Perú.
¿Qué es el café de especialidad y por qué importa?
Según la Specialty Coffee Association (SCA), un café de especialidad debe obtener más de 80 puntos sobre 100 y presentar un máximo de cinco defectos en una muestra de 350 g de café verde. Esta evaluación la realiza un catador certificado (Q-Grader), quien identifica aromas limpios, sabores complejos y una experiencia completa en boca.
Este tipo de café también se reconoce por su historia. Es un café con rostro: el del productor que lo cultiva con cuidado, el del tostador que potencia sus cualidades y el del barista que lo sirve con conocimiento.

En Perú, más del 75 % del café se produce entre los 1 000 y 1 800 msnm, donde la maduración del grano es lenta y rica en azúcares. Además, somos líderes en café orgánico, con 90 000 hectáreas certificadas y más de 233 000 familias caficultoras en 16 regiones.
Estas familias no solo cultivan un producto agrícola: mantienen viva una tradición y una economía local. En 2024, Miguel Padilla, desde Cajamarca, ganó el primer lugar en el concurso Cup of Excellence Perú con 90.54 puntos. El año anterior, Yoniser Mego, también cajamarquino, superó los 90 puntos.
Creciendo juntos: café, cultura y conciencia
Aunque el consumo per cápita en Perú sigue siendo bajo (950 g/año frente a los 2.5 kg de Colombia o los 6 kg de Brasil), algo está cambiando. En los últimos cinco años, Lima, Arequipa, Cusco y otras ciudades han vivido un boom de cafeterías de especialidad.

Cada vez más peruanos buscan café por su origen, prueban métodos como V60, Chemex o prensa francesa, y se conectan con la historia detrás de la taza.
Cuando se paga más por un grano bien trabajado, la ganancia va directamente al productor, quien puede reinvertir en fermentaciones controladas, secadores solares o educación para sus hijos.
El rol de Cosecha en esta transformación
En Cosecha, creemos que cada taza puede ser un puente entre quien cultiva y quien disfruta, entre la chacra y la ciudad.
Cada taza servida aquí contribuye a que más familias caficultoras mantengan prácticas sostenibles y reciban un pago justo.